APAdeA-FAdeA frente a un preocupante fenómeno social

APAdeA y FAdeA, fueron creadas por un grupo de padres que hace más de veinte años nos autoconvocamos para defender los derechos y la calidad de vida de personas con discapacidad, muchas de ellas niños, que se encuentran en alguna situación de vulnerabilidad. Como tales, el aberrante episodio que terminó con la inocente vida de Agustín Marrero no nos resulta en absoluto ajeno. Sus afectos más cercanos, sus compañeros y sus familias, a quienes abrazamos en el dolor, sufren la indignante perplejidad con que intentamos asimilar aquellas circunstancias que interpelan nuestra propia condición humana.
Nos debemos una profunda reflexión. Con demasiada frecuencia nos dejamos arrastrar a la zona de confort de un debate periférico y no comprometido, sin asumir en plenitud que la vigencia efectiva de los derechos depende de la conexión emocional que la sociedad tiene respecto de ellos. La sana indignación frente a la barbarie consumada no nos exonera, sin embargo, de nuestra responsabilidad de activar una alerta temprana ante la presunción de desamparo o violencia sobre nuestros semejantes más vulnerables. Esa indiferencia o desatención es el corolario de una solidaridad debilitada por la rotura del entramado social. Si la escuela se bate en soledad frente a complejas situaciones como la que nos ocupa, es porque una sociedad aletargada por las candilejas del relativismo moral, ha ido desmontando paulatinamente los mecanismos sociales regulares de detección y regulación de conflictos, fundamentalmente la responsabilidad de la familia como forja y custodia de los valores.
Esta lacerante tragedia nos impone una recapacitación profunda sobre nuestro rol como familia, como educadores, y como actores sociales. El mejor resultado de las políticas públicas que garanticen los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes, no ha de ser nunca superior al nivel de nuestro compromiso efectivo.