¿Sabías que entre el 76 y el 90% de las personas adultas con autismo está desempleado? Si, una gran parte de la población adulta con Trastorno del Espectro Autista suele tener dificultades para poder acceder al mercado laboral, y para la participación comunitaria.
Esto es el resultado de varios factores, entre los que se destacan:
- Una tasa de abandono escolar cercana al 45% de las personas con discapacidad (un 43,2%, lo que representa 18 puntos porcentuales por encima de la tasa de la población general, según los datos proporcionados por la encuesta de Integración Social y Salud, INE 2012).
- La falta de formación profesional de los docentes, tanto para poder impartir una educación adaptada y de calidad, como para brindar una orientación vocacional adecuada y ajustada a las necesidades del alumnado con TEA.
Varios estudios (Belchery Smith, 1994; García-Villasamar et al, 2002; Wehman y Kregel, 1988) han demostrado que la actividad laboral tiene efectos positivos en adultos con autismo, particularmente en la socialización y las habilidades de expresión, además de mejorar la calidad de vida. Sin embargo, muchas veces resulta difícil encontrar el puesto de trabajo adecuado para una persona con autismo: para poder hacerlo es necesario descubrir los intereses y habilidades de la persona, evaluando el estilo de aprendizaje y el entorno laboral.
Teniendo en cuenta las dificultades que presentan las personas con TEA con la cognición social y el procesamiento sensorial, es importante que tengan una red de apoyo muy formalizada en su ámbito laboral, y por otro lado deben contar con una enseñanza estructurada de cada una de sus tareas, además de tiempo para poder incorporarlas y una adaptación para las diferentes dificultades sensoriales que posea.
Algunas claves que pueden ayudar a una mejor adaptación laboral de las personas con TEA son las siguientes:
- Aclarar las expectativas laborales y lo que se espera que hagan en cada tarea.
- Organizar las tareas de una forma visual, utilizando elementos como dibujos o pictogramas.
- Usar un lenguaje sencillo y claro, y comunicarse de manera directa.
- Trabajar en un lugar que esté adaptado a las necesidades de la persona con TEA, para evitar distracciones o sobrecargas sensoriales.
- Dividir la carga de trabajo en varias tandas.
- Asignar un mentor laboral a la persona con TEA para que lo ayude a superar las dificultades.
- Establecer una rutina laboral.
- Trabajar con un entrenador laboral que ayude a la persona con TEA a internalizar su trabajo previamente a su incorporación.
Cabe destacar que en APAdeA contamos con el Programa de Empleabilidad, que busca mejorar las condiciones de inserción social y laboral de jóvenes y adultos con TEA. A través del mismo se brinda capacitación y los apoyos necesarios para la autonomía, el desarrollo de facultades de comunicación y cooperación de los postulantes: buscamos acercar a la comunidad los conocimientos y capacidades técnicas para que los jóvenes y adultos con TEA formen parte del sistema laboral.
Creemos que para hablar de una verdadera inclusión hay que generar injerencia en los diferentes ámbitos de la vida social, educativa y laboral. Por esta razón, además de trabajar para elevar los niveles de autoeficacia, las aptitudes personales y las competencias sociales de las personas con TEA, colaboramos junto a las áreas de RRHH de diferentes empresas para brindarles todos los recursos necesarios para incorporar a la persona con TEA, mayor de 18 años, y que así puedan desarrollarse dentro del ámbito laboral de una manera inclusiva y responsable.
Para más información, pueden dirigirse a nuestro correo electrónico: programa.empleabilidad@apadea.org.ar